SU ÚLTIMA LLAMADA A CREER - Viernes de Dolores
SU ÚLTIMA LLAMADA A CREER
San Juan, 10, 31-42.
VIERNES DE DOLORES – 3-04-2020
¡Estamos a las puertas de esta peculiar Semana Santa!
y el Evangelio de hoy nos ubica la última controversia de Cristo con los judíos,
en el marco de la famosa fiesta israelita de
la Dedicación; celebración que recordaba la santidad del templo, es decir,
el retorno de la presencia del mismo Dios al edificio sagrado. El Todopoderoso
lo habría abandonado por la impureza y la profanación de los mismos hombres[1].
Recordemos que para la mentalidad del pueblo de Israel, el Templo era el lugar
donde Dios habitaba. ¿Pero dónde realmente estaba Dios?, en Jesús. Es así como
una vez más, la Escritura nos sigue preparando para reconocerle verdaderamente
como el Hijo de Dios y nuestro Mesías.
Jesús es interpelado sobre su mesianismo, unos
individuos ¡querían apedrearlo! ¿De todas las obras buenas que he hecho, por
cual me apedrean?, es la pregunta del Maestro ante tus interlocutores, pero los
judíos siguen insistiendo que es un blasfemo, porque pretende ser Dios. ¿Qué
hay de fondo?, una evidente falta de fe, ¿por qué?, pues eran hombres que veían
sólo lo exterior, únicamente la apariencia, su vista estaba cegada, no podían
ver la misma presencia divina en Cristo. El Todopoderoso se habría manifestado
no sólo en las palabras sino en las buenas obras del Mesías, y aun así, eran
incapaces de ver. Muchas veces no vemos a Dios en cada acción diaria. Nos
cuesta, ni siquiera lo pensamos, y lamentablemente podemos pasar toda una vida
sin acordarnos de Él. ¡Dios habita en cada uno!, y aún así somos incapaces de
reconocerle.
Hoy, en el día en que la Iglesia recuerda a nuestra
Madre la Virgen María de los Dolores, que supo reconocer la presencia del
Altísimo en su Hijo, y padecer su mismo sufrimiento desde una mirada paciente y
esperanzadora, podamos también sentir al Maestro en este momento de crisis,
reconocerle en el tiempo y en el espacio, en la soledad y en la paciencia, en
la tranquilidad y en la desesperación.
Repite junto a mí:
¡Señor te veo en mi vida, en mi familia, en mis amigos, en quienes no me
quieren. Te veo en todo, y junto a ti quiero también padecer gozosamente como
lo hizo tu Madre Santísima! Amén.
P. Ricardo
Bendiciones padre, Dios le siga infundiendo los siete sagrados dones para que nos guíe como rebaño hacia el padre Dios
ResponderEliminarAmén! Buena reflexión Hermano
ResponderEliminarPADRE RICARDO LA FALTA DE FE ESTE AÑO AUMENTA . NOS DA LA SANTA REFLEXIÓN PARA HACER UNA SANTA SEMANA SANTA ...DIOS NOS IMPLORA VED AL.HIJO DE DIOS...TU FE Y AMOR A DIOS . EL ÚNICO QUE PUEDE DETENER ESTA PANDEMIA. SOLO DIOS..
ResponderEliminarES EL MOMENTO DE RESTABLECER EL RUMBO A LA VIDA SEÑOR
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