DIOS UNO Y TRINO - DOMINGO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD– 7-6-2020
DIOS UNO Y TRINO
Jn. 3,16-18
DOMINGO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD– 7-6-2020
Tanto amó Dios al mundo
P. Ricardo
J. Vielma M.
El
misterio de Dios es y seguirá siendo inescrutable, hasta que podamos
contemplarle en la morada eterna. Sin embargo, el limitado conocimiento humano, basado en la experiencia de fe, pudiera afirmar algunos matices que
nos acerquen cada vez más al rostro de Dios. Atrevámonos entonces a definir
algo de Dios.
¿Qué es
Dios?, es la pregunta a la cual tratamos de responder hoy cuando la Iglesia
universal celebra el Domingo de la
Santísima Trinidad. Dios, pues, es el Ser trascendente y creador de lo
visible e invisible, con una única naturaleza y esencia divina, manifestado a
lo largo de la Historia de la salvación en tres
personas, Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Al principio del tiempo, Dios se mostró como Padre, creó el mundo y guió a los seres humanos por el camino del bien, no
obstante, los hombres usaron mal su libertad y cayeron en el pecado, lo que
lleva al Padre a enviar a su Hijo Jesucristo para redimirlos, manifestando así
su amor ahora como Hijo. Luego, para comprender y degustar los designios
salvíficos, y guiar a su Iglesia hasta el final de los tiempos, envió a su
“Espíritu Santo”. En fin, nosotros creemos en un único Dios uno y trino; de
allí que la Iglesia haya denominado como Santísima Trinidad, a este misterio de
fe.
Pero no
nos podemos quedar en la mera descripción teológica, tratando de poner algo de
razón a la fe que profesamos, tenemos todos el deber de ir más allá, de mirar a
nuestro alrededor y ver la manera en que en la misma vida humana está reflejado
este misterio tan hermoso. Es que cada autor deja inevitablemente su vestigio
en la obra realizada, lo mismo ha sucedido con Dios, que dejó su huella
indeleble en la naturaleza.
Sin ir
muy lejos, también nuestra familia es trinitaria: padre, madre e hijos; la existencia humana de igual forma: nuestras palabras, entendimiento-razón, y
voluntad. Tal y como lo afirmaron los primeros teólogos del cristianismo,
emitimos una palabra (verbo), y ésta no deja de ser nosotros por venir del
entendimiento y por haber sido pronunciada a tenor de la voluntad. De esta
manera pudiéramos pasar horas buscando vestigios trinitarios en el mundo, pero pese
a esta inquietud, sólo nos basta responder a la siguiente pregunta: ¿Qué hay en
la esencia de Dios?
AMOR, y
es el amor lo que mueve a Dios como Padre, Hijo y Espíritu Santo, de la misma
forma como mueve nuestro ser, familia, sociedad. Sólo nuestra fe tendrá sentido
si la expresamos en el amor plasmado en la caridad visible, de lo contrario, no
podemos creer en un Dios lleno de amor cuando nuestra vida es reflejo de odio y
egoísmo. En un mundo lleno de pandemias e injusticia, queda AMAR.
“Dios Uno y Trino, a quien tanto
Arcángeles. Querubines,
Ángeles y Serafines
Dicen: Santo, Santo, Santo.
Santísima Trinidad,
Una esencia soberana,
De donde en raudales mana
La Divina Caridad,
De tu inmensa majestad
Ante el trono sacrosanto.
Ángeles y Serafines,
Arcángeles y querubines
Dicen Santo, Santo, Santo.
Oh misteriosa deidad
De una esencia y tres personas,
Pues que piadosa perdonas,
Nuestra miseria y maldad,
Oye con benignidad
Este fervoroso canto.”
Arcángeles. Querubines,
Ángeles y Serafines
Dicen: Santo, Santo, Santo.
Santísima Trinidad,
Una esencia soberana,
De donde en raudales mana
La Divina Caridad,
De tu inmensa majestad
Ante el trono sacrosanto.
Ángeles y Serafines,
Arcángeles y querubines
Dicen Santo, Santo, Santo.
Oh misteriosa deidad
De una esencia y tres personas,
Pues que piadosa perdonas,
Nuestra miseria y maldad,
Oye con benignidad
Este fervoroso canto.”
Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 16-18
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito,
para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al
mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya
está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios.
Palabra del Señor
Trinidad Santísima una en esencia, pura e indivisible, único objetivo de nuestra adoración, de nuestro amor y de nuestro culto.
ResponderEliminar